LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD



TSU. ALEXANDER J. SALAZAR U.
Cumaná, 11 de junio de 2007

Desde el seno del hogar y inicios en el ámbito escolar, nos inculcó que la familia es la base fundamental de la sociedad. Un concepto corto para el gran significado que encierra esta frase. En la familia es donde aprendemos realmente cuáles son los valores morales y espirituales que orientarán nuestra vida futura; es aquí donde damos los primeros pasos para nuestra formación como futuros ciudadanos, con principios bien fortalecidos. Al contar con una buena educación de hogar, tendremos una buena base para ser una mejor persona y así un ciudadano íntegro.

Es evidente la importancia de esa primera educación que debemos recibir en nuestros hogares, la cual será ampliada y fortalecida desde nuestras relaciones con el barrio y las escuelas. No nos pueden privar, ni podemos evitar recibir esas enseñanzas iníciales que son de gran importancia. En la actualidad, debido al dinamismo de la sociedad, así como su desarrollo, ha causado cierto distanciamiento entre los integrantes de la familia. Los padres viven ocupados, sumergidos en el mundo laboral, utilizando todo su tiempo en la profesión u ocupación. Dejando a un lado a aquellas personas que necesitan de un gesto de cariño, ternura y algo tan simple como un abrazo.

La realidad de hoy, es que las familias están desunidas más que nunca, se ha perdido todo tipo de afecto, no hay ese aliciente paternal ni maternal. Esto es debido a que nos preocupamos más por lo material que por lo espiritual. Dejando de lado todas aquellas necesidades básicas, que sólo son cubiertas por el amor. No un amor ficticio, ni superficial, sino, por un amor verdadero de padre hacia los hijos y de éstos hacia sus padres. Los hogares en la actualidad en su gran mayoría, se encuentran desintegrados, es decir, cuando está la madre no está el padre, algo que causa gran impacto en los hijos y demás miembro de la familia. Los hijos tienen que adaptarse a una doble vida cuando sus padres viven separados, cuartándosele así una buena educación.

Cuando estos jóvenes y niños observan que en su entorno familiar no existe esa unión que ven en otras familias, lo manifiestan de diferentes formas. Es aquí donde empieza el problema, cuando los padres debemos colocar un alto a nuestras actividades y reflexionar “que si lo que estamos haciendo es lo correcto, y que si realmente vale la pena, para dejar a un lado a aquellos seres que hemos traído al mundo, con la única intención de protegerlos, cuidarlos y amarlos”. Entonces, por qué no cumplimos con esa obligación natural que nosotros mismos buscamos. Sabemos que no es fácil cumplir con los roles que tenemos dentro de la familia y la sociedad.

No dejemos que este dinamismo de la sociedad nos absorba y destruya algo tan hermoso como es la familia. Si permitimos que nuestras actividades laborales, sociales, deportivas, etc., nos alejen de nuestro entorno familiar, estaremos colaborando en la desintegración de la sociedad. Porque si no podemos vivir en ese entorno pequeño, donde debe existir paz y amor; menos podremos vivir en ese espacio tan grande como es la sociedad, en donde, existen luchas económicas, raciales, culturales, de ideales, políticas y muchas más. En donde el ser humano tiene un precio y vale menos que un objeto. No podemos permitir que se valore más a la persona por las riquezas económica que tiene, que por lo humano que es.

Gracia a Dios que este Gobierno se ha percatado de la importancia que tiene la familia, y del valor humano que tiene cada uno de sus integrantes. Y del gran rol que juega cada uno de los miembros de la familia en la sociedad, es aquí donde se puede decir, que no puede existir sociedad, sino existe una familia que eduque con sus principios de amor, moral y espiritualidad a los ciudadanos que conforman esta sociedad. Vemos como se han desarrollados mecanismos legales que buscan resguardar la integridad de la familia. En donde sus integrantes son protegidos y se le da ese rol protagónico. En donde prevalece lo social, la persona vale como persona y no por lo que produce o las ganancias monetarias que pueda generar. En donde la vida del ser humano es más importante que las empresas y todas aquellas actividades que generan capital para un pequeño grupo.

“Mantengamos unión, paz, armonía y amor en nuestras familias; y tendremos una sociedad más humana y justa para todos los hombres y mujeres”

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